1. SIBO: una mirada integrativa

Bienvenid@s al curso SIBO: Tratamiento

Bienvenidas y bienvenidos a este curso sobre el Tratamiento el SIBO, sobre el abordaje clínico. Estoy muy agradecida de que estés aquí, viéndome, agradecida porque confíes en mí para algo tan importante como es la formación y actualización.

Llevo muchos años tratando pacientes con SIBO y otros problemas digestivos; y ha sido mi mayor experiencia de aprendizaje. Recuerdo al principio, cuando empecé tener mis primeros pacientes con SIBO, que era una locura de buscar, leer, investigar, no solo estudios científicos, si no también tratamientos naturales, fitoterapia clásica o incluso revisando mis apuntes de medicina china para ver otras maneras de abordarlo. La verdad es que esa locura de búsqueda, de aprendizaje, se ha mantenido, porque es algo que va conmigo, y lo que más me gusta es que al fin, lo he podido estructurar y plasmar en este curso, del tratamiento del SIBO.

Este curso para mi es una gran responsabilidad. Responsabilidad porque estamos hablando de lo más preciado de las personas, que es la salud. Responsabilidad porque hay muy poca información fiable sobre el tratamiento del SIBO, y se que este curso tiene unas expectativas muy altas para poder dar herramientas prácticas y útiles para nuestra práctica clínica. Por mi parte he puesto mucho esfuerzo y tiempo, así que espero que cumpla todas esas expectativas.

Todo lo que verás en este curso, el abordaje clínico del SIBO va a ser, basado en mis 4 pilares de tratamiento:

  • Evidencia científica.
  • Sentido común y medicinas tradicionales.
  • Experiencia clínica.
  • Adaptación al paciente.

Para empezar a hablar del abordaje más eficaz para mejorar cualquier tipo de disbiosis en el intestino, considero necesario empezar por los cimientos, por la base. ¿A qué me refiero con esto? Me refiero a replantearnos el modo de abordar esta situación.

Pongo un ejemplo. Si te duele la cabeza, y te tomas un ibuprofeno. Estás poniendo un parche, estás tapando el síntoma, pero no estás resolviendo el problema. Por lo tanto, es altamente probable que te vuelva a doler la cabeza.

Si tienes una dermatitis, y pones crema de cortisona. Estás poniendo un parche, estás tapando el síntoma, pero no estás resolviendo el problema. Y es altamente probable, no solo que la dermatitis continúe, si no que incluso puedan aparecer problemas más complejos a la larga. Bien, pues si tienes SIBO y te tomas un antibiótico, y no haces nada más. Es altamente probable que vuelva a aparecer el SIBO.

Si tratamos el SIBO como algo aislado, diferente a lo que pasa en el resto del organismo, volveremos a caer en el reduccionismo médico, de tratar solamente una parte del cuerpo, sin mirar más allá. Sin tener en cuenta que todo el organismo está relacionado entre sí y que somos seres extraordinariamente complejos.

Temario del curso

El contenido del curso lo vamos a dividir en 7 lecciones:

  • LECCIÓN 1. SIBO: una mirada integrativa
  • LECCIÓN 2. Estrategia terapéutica
  • LECCIÓN 3. Revisión de herbáceos para la fase de limpieza
  • LECCIÓN 4. Otras terapias para la fase de limpieza
  • LECCIÓN 5. Alimentación y SIBO
  • LECCIÓN 6. Recuperación de la función digestiva
  • LECCIÓN 7. Fase de mantenimiento

Al final, iré compartiendo casos clínicos para que veas a la práctica cómo se puede aplicar en casos concretos.

Agradecimientos

Antes de empezar me gustaría agradecer a todas las personas que han hecho posible esto, que hoy estés iniciando este curso conmigo. Por que ya sabes la frase de: “si caminas solo, irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos”. Hay muchas personas que me han ayudado a desarrollar esto o crear ideas, a revisar contenido o simplemente a inspirarme.

Y ahora si. Para empezar a hablar del abordaje más eficaz para mejorar cualquier tipo de disbiosis en el intestino, considero necesario empezar por los cimientos, por la base. ¿A qué me refiero con esto? Me refiero a replantearnos el modo de abordar esta la enfermedad.

Pongo un ejemplo. Si te duele la cabeza, y te tomas un ibuprofeno. Estás poniendo un parche, estás tapando el síntoma, pero no estás resolviendo el problema. Por lo tanto, es altamente probable que te vuelva a doler la cabeza.

Si tienes una dermatitis, y pones crema de cortisona. Estás poniendo un parche, estás tapando el síntoma, pero no estás resolviendo el problema. Y es altamente probable, no solo que la dermatitis continúe, si no que incluso puedan aparecer problemas más complejos a la larga.

Del mismo modo, si una persona tiene SIBO y se toma un antibiótico, y no hacemos nada más. Es altamente probable que vuelva a aparecer el SIBO.

Si tratamos el SIBO como algo aislado, diferente a lo que pasa en el resto del organismo, volveremos a caer en el reduccionismo médico, de tratar solamente una parte del cuerpo, sin mirar más allá. Sin tener en cuenta que todo el organismo está relacionado entre sí y que somos seres extraordinariamente complejos.

La mirada integrativa y la psiconeuroinmunología

Y con esto quería llegar al concepto de salud integrativa y psiconeuroinmulogía. Empecemos con el primer concepto. ¿Qué es esto de la salud integrativa, la mirada integrativa? La medicina integrativa pretende aunar conceptos y conocimientos de la medicina moderna, con las medicinas tradicionales. La medicina integrativa no desplaza al conocimiento actual, no defiende que todo se cura con remedios caseros, plantas o suplementos. Eso es una mala interpretación que se ha ido haciendo con los años. La auténtica medicina integrativa, se basa, primero, en potenciar la fuerza curativa que tiene nuestro cuerpo, a través de cosas tan sencillas como un buen descanso, del contacto con la naturaleza, de la buena alimentación o de las buenas relaciones sociales. Es decir, trata recuperar la esencia de nuestra especie. Y cuando todo esto no es suficiente, es cuando se propone el uso de remedios que no dañen al organismo y que ayuden a curar, como tratamientos naturales, plantas, suplementos, y cuando sea necesario, también el uso de fármacos u otras intervenciones médicas.

Y en relación a la valoración diagnóstica, también. La medicina integrativa, propone hacer una valoración de todos los síntomas que sufre esa persona, cómo ha sido su inicio y evolución. Y también, cuando sea necesario, utilizar las pruebas diagnósticas actuales, modernas, que estén disponibles para ello.

Además del concepto de la salud integrativa, quería hablarte también del concepto de psico-neuro-inmunología, la PNI, que es una ciencia que estudia de forma detallada y analítica, la relación entre todos los órganos y sistemas de nuestro cuerpo: las emociones, el sistema nervioso, el sistema inmunitario, el sistema endocrino. Integrando también su relación con la microbiota intestinal. Todo esto nos aporta herramientas para conseguir el mejor tratamiento para cualquier patología.

Microbio vs terreno

Y ahora quisiera centrarme por un momento en la forma de abordar las infecciones en la actualidad. Y, para ello quiero presentarte a tres personajes muy importantes en la historia de la medicina:

Louise Pasteur, químico y microbiólogo francés, que con sus investigaciones dio un gran paso adelante en la lucha contra las enfermedades infecciosas. Este investigador arrojó mucha luz sobre el problema de las infecciones, demostrando que la causa de las enfermedades infecciosas era siempre un agente patógeno proveniente del exterior. Esta es la base que fundamentó por ejemplo el desarrollo de las vacunas para prevenir algunas infecciones, y de los antibióticos para tratar otras. Se le considera el pionero de la medicina moderna. Y también de otras cuestiones, por ejemplo, el proceso de pasteurización que se realiza a muchos alimentos con el fin de eliminar microbios, se debe su nombre a él, a Luis Pasteur.

En la misma época, también en Francia, había otro hombre, Antoine Béchamp que era biólogo. Béchamp realizó grandes avances en la biología molecular. Él afirmaba, en contraposición a Pasteur, que las enfermedades infecciosas no podían encontrar su completa explicación atendiendo solo al microbio, o sea, al agente patógeno, sino que era necesario tener en cuenta el terreno individual sobre el cual el microbio crecía y se desarrollaba. Únicamente actuando así se podría explicar algunos fenómenos, como el hecho de que, ante la presencia del mismo virus o bacteria, algunos individuos enferman y otros no. Y también que existen algunas personas que se enferman en seguida, mientras que otras son bastante resistentes y no permiten que los microbios crezcan y se desarrollen en su organismo.

Al igual que Béchamp, otros científicos opinaban igual, como el prestigioso Claude Bernard: biólogo, médico y fisiólogo fundador de la sociedad Francesa de Biología. Considerado en todo el mundo el padre de la medicina experimental. Él afirmaba, en clara oposición a Pasteur, que “el terreno biológico lo es todo, y el germen no es nada”.

La disputa entre estos científicos fue evidente durante años, y cuenta la historia que el propio Pasteur, en su lecho de muerte, declaró una famosa frase: “Claude Bernard tenía razón, el microbio no es nada, el terreno lo es todo”.

Con todo esto, con las teorías contrapuestas, el blanco o el negro, el microbio o el terreno, yo me muevo más bien entre grises. Es evidente que los avances iniciados por Pasteur nos han permitido acabar con muchas infecciones y han salvado muchas vidas. Pero no por ello tenemos que dejar de lado la importancia del terreno. Y es que es evidente que según cómo esté nuestro cuerpo, cómo esté nuestro terreno, es decir, nuestra genética y nuestro estilo de vida, podremos protegernos mucho mejor ante cualquier infección.

1. SIBO: una mirada integrativaImagina una planta, si crece en una tierra fértil, con muchos y variados minerales, con muchos y variados microbios y otros bichitos beneficiosos, con la cantidad justa de agua y de sol, esa planta será fuerte y resistente. Si a esa misma planta le faltan minerales o le falta agua, será una planta muy poco resistente y será una planta débil, que fácilmente será atacada por insectos o microbios patógenos.

¿Y qué tiene que ver todo esto que estoy explicando con el SIBO? ¿Qué tiene que ver con los gases, la hinchazón o las molestias digestivas? Pues mucho. Como hemos visto, el SIBO o la disbiosis en el intestino delgado, se caracteriza porque hay una alteración de microbios en el intestino. La reflexión es la siguiente: el modo de actuar sobre nuestra planta, o sea nosotros, no debería ser solamente matar a los microbios en exceso con antibióticos o herbáceos naturales. Es importante cuidar la planta, investigar qué le está pasando: saber si le faltan nutrientes, si le faltan microbios buenos, si nos falta descansar, si nos falta sol, si tenemos que gestionar mejor el estrés o si nos falta alimentarnos mejor. O quizás hay alguna patología que esté impidiendo que la planta, crezca bien. Esa es la mirada integrativa. Esta es la única manera de conseguir una mejora duradera en el tiempo.

©2022 Lucía Redondo Cuevas. Derechos reservados.

Contenido de la Lección